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Un chico, dos chicas, una promesa de la infancia y el no recordar con claridad con cuál de ellas hiciste la promesa.
¿Dónde he visto eso antes? |
Recuerdo muy bien que, junto con Saint Seiya, Love Hina fue uno de los primeros mangas que leí. Y no sólo eso, también es uno de los primeros que coleccioné físicamente. Aún conservo los tomos de Editorial Vid guardados en una caja, y sé que uno de estos días la nostalgia se apoderará de mí y me llevará a leerme otra vez todos los capítulos, sin brincarme nada y recordar cada uno de los disparates que en su momento me sacaron unas buenas carcajadas.
Se dice que esa obra es uno de los pilares del género Harem contemporáneo. Que redefinió y estableció los estereotipos de los personajes femeninos que podemos encontrar en esta clase de comedias románticas. Pues hoy en día los pocos harem que me he atrevido a ver no me han llamado la atención ni divertido tanto. Ahora pareciera que son sólo un caldo de fanservice y fantasías otakus vueltas realidad mediante un personaje masculino tan genérico en su personalidad que te da esa horrible sensación de que actúa y toma decisiones de manera inerte y automática (de hecho la intensión es que un gran número de lectores varones se puedan sentir identificados con él.)